Maximalismo bohemio

En casa de Rebecca los montones de telas que ha ido coleccionando durante años podrían decorar por si solas. No solo las que utiliza como colchas, plaids o cortinas (como la genial mezcla floral en la ventana del dormitorio) sino también las que se han convertido en vestidos que ahora cuelgan a la vista de todos acompañados de un montón de maletas. 
Una mezcla de prints vintage, de papeles tropicales, de macramé, alfombras de esparto o bereberes, conchas  y caracolas, ventiladores...Un popurrí que sin embargo no resulta agobiante sino todo lo contrario. Quizá sea también por el verdor exterior y la cercanía del mar.
Su casa es el ejemplo de que nuestros objetos personales (colocados con un poco de gracia) son siempre el mejor decorado.

 

 

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