Preciosa una de las últimas cenas Kinfolk. Estuvo inspirada en el espíritu del mar, pero celebrada en el campo, en Nashville.
En este caso la organización corrió a cargo de Beth y Rebekka, pero como siempre ayudadas por un estupendo equipo de colaboradores de la zona.
El menú a base de frutos de mar y de verduras locales, no podía ser mejor. La decoración tampoco podía ser más bonita. Una original mesa "baja" de madera, fabricada especialmente para la ocasión y con blancas pieles de oveja sobre la hierba como asiento, imagino que simulando la espuma de las olas. Todo decorado entre el blanco y el gris piedra... platos de cerámica artesanal, servilletas de lino, velas blancas, sencillas ramas de eucalipto como arreglo floral...y al llegar la noche, la luz de esas bombillas redondas...Mmm mejor que lo veamos...
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