Aurélie Lécuyer, seguro que estará sintiendo todas estas emociones ya que deja su preciosa casa, y cambia su vida en el campo por el centro de la ciudad. Quizás una vivienda más manejable para el día a día, o quizás un lugar más cómodo para su trabajo. En cualquier caso, afortunadamente podrá sentarse con sus hijos cuando sean mayores e irles enseñando montones de fotos de su primer hogar...
La parte buena de todo esto, es que la nostalgia va quedando atrás, dando paso a la ilusión por lo que está por llegar, que seguro será todavía mejor. En resumen...estamos ansiosos por ver a Aurélie y a sus tres niños en su nueva casa...
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