Hace falta cruzar un callejón y un patio, para llegar a su apartamento, en la última planta de un precioso edificio de principios del siglo pasado.
Al emprender la reforma, dos objetivos claros. Recuperar los elementos originales, como las vigas de madera escondidas sobre la cubierta de escayola, y eliminar todas las separaciones innecesarias para dar amplitud y comunicar todos los espacios.
Si a esto le añadimos el blanco de paredes y techos, el gris claro del suelo de cemento y los ventanales orientados al sur, el resultado salta a la vista... un espacio lleno de luz, donde destaca el estilo 100% brocante de Agathe.
Vía: e-magdeco
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