Eso es lo que pensaron Hans y Karen al buscar una segunda residencia en el campo, cerca de Niza. Un lugar relajante donde interior y exterior, se unieran sin extridencias. Para ello se embarcaron con paciencia en la restauración integral de un viejo granero y luego en decorarlo siguiendo la misma premisa, proporción y equilibrio entre rustico y diseño, viejo y nuevo... Este es el resultado...
Si queréis ver más fotos de esta preciosa casa y conocer al detalle todo sobre el proyecto, pinchad en el enlace...
Sueno con una casa así, poder recibir a amigos, familia y disfrutar de su compania!!
ResponderEliminarAda, perdona por no haberte respondido hasta hoy...poco a poco voy aprendiendo. Si, es una casa para compartir...Me alegro que te guste. Besos
ResponderEliminar