Así titulaba la edición americana de Vogue, el reportaje sobre la casa de la paisajista Miranda Brooks en Brooklyn.
A la casa no se le puede pedir más...techos altos, preciosos suelos de madera, estanterías llenas de libros, flores por todas partes, mucha luz, y lo mejor de todo...un bucólico jardín donde desconectar del mundanal ruido...
Espero que os hay gustado tanto como a mi...Si queréis ver más fotos pinchad en el enlace...
Vogue.com
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