domingo, 21 de diciembre de 2014

Un apartamento con olor a mimosas

Julie, pasaba a menudo por la esquina de este inmueble orientado al sureste y solía imaginarse desayunando al sol acompañada de su pequeña y del ronroneo de su gato Raoul. El día que el apartamento estuvo disponible, no lo pensó dos veces. El aspecto interior no era exactamente el mismo que ahora, pero ella lo tenía muy claro. Supongo que pensó en las grandes ventanas, los radiadores de hierro o el suelo de madera. Además de esto, el toque que le ha dado Julie me parece de lo más especial. La genial idea de colocar el aparador (qué bonito es) separando la entrada, las alfombras, el cuero del sofá togo...No hacen falta muchas más cosas, ¿no creéis? Me imagino un buen paseo por el barrio y después, abrir esa puerta, poner un poco de música y encender una vela con olor a mimosa...




    
  






¿Bonito, no? 


2 comentarios :

  1. Quién volviera a los veintitantos y vivir en una ciudad distinta a la tuya (París sería perfecto!) y encontrar un apartamento así para apoderlo arreglar y vivirlo!! ainssss...... juventud divino tesoro!! ;)) (aunque el espíritu joven se sigue manteniendo, que esto no se pierde nunca!!!! ;)) )

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    1. A ti lo que te gusta es lo de los arreglos, ya veo :)) Veo que has captado mi idea, Cari. No se necesitan muchos metros cuadrados, ni grandes lujos para hacer que un espacio sea tuyo y darle el aire especial de este apartamento.
      Me alegra que te guste!
      Besos

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